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Las aventuras de McClaine ahora tienen más extensión, puede moverse a su libre albedrio por una ciudad totalmente llena de gente, tráfico y... terrorístas que pretenden hacer estallar bombas en los rincones mas inhóspitos con el fin de conseguir sus propositos.
Para ello deben mantener a McClaine entretenido, viendo sus antencedentes.
Pero no han contado con que está vez tiene a Samuel L. Jackson de su lado.
En cuestión de acción podría decir que es la mejor de las tres primeras, ya que la cuarta dobla y triplica a cualquiera de ellas.
Pero en comparación con las anteriores pierde algo, no sé el qué... pero será ver a Willis sin pelo o no sé que puede ser.
Lo que si sé, es que me gustó menos que las dos anteriores. Y eso que fue la primera que ví de la saga.
Quizá el que se dedique a contar más chistes de lo normal, que haya más escenas cómicas, que no esté Bonnie Bedelia, que tenga un compañero con tanto protagonismo como el suyo... que el malo sea un actor de primer nivel como Jeremy Irons... no sé.
Eso sí, me encanta como empieza. Y la escena del barco y su descenso al mismo desde el puente es un momento épico.
El final... me esperaba otra cosa, demasiado fácil acabar con un tipo que les ha dado tanto dolor de cabeza durante tanto tiempo.

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